

Las contracciones energéticas generan severa disfunción física o emocional.
Por medio de nuestra experiencia en Medicina Oriental, hemos llegado a ver al ser humano como a un campo electromagnético que se puede llenar con estratos de energía innecesaria estancada. Esta energía le llamamos Carga Emocional Negativa/CEN.
Eckhart Tolle, el autor del libro The Power of Now (El Poder del Ahora), llama a estos estratos de energía acumulada, "Cuerpo del Dolor" (Pain-Body) y lo describe "como casi una entidad con su propia agenda" que se aloja en nosotros y usa a nuestro fuerza vital. Cuando esto sucede, las células de nuestro cuerpo que guardan el dolor físico o emocional del pasado, funcionan en un modelo de supervivencia que “no es real para nadie mas excepto para la persona que lo mantiene”. Cuando hay dolores no resueltos, esto causa estancamiento de energía en algún lugar del campo electromagnético humano e impide el flujo de la fuerza vital. Con frecuencia esto ocurre en el órgano, la articulación o el músculo mas relacionado con dicha área del campo energético.
Hemos observado también que la energía
estancada literalmente parte y subdivide al campo electromagnético
humano en compartimientos estancos sin posible comunicación
entre ellos, creando un estado interno de fragmentación que
genera en si mismo mucha incomodidad. Cuando los dolores del pasado
no son transformados en forma conciente, si saberlo, estamos permitiendo
que se acumulen mas estratos de CEN haciendo la situación todavía
mas difícil y compleja.
Por ejemplo: “te sientes enojado y frustrado contigo mismo
después de lastimarte el tobillo cuando te apurabas tratando
de llegar a tiempo a tu trabajo. Te enojas por no poner mas atención
a tu caminar y quizás te culpas diciéndote cosas como;
Siempre estas atrasado. Te lo mereces por idiota!, siempre haces lo
mismo!, te acuestas tarde y después no te puedes levantar a
tiempo."
Ahora no solo sientes el dolor físico que es real sino también le agregas el enojo, la culpa, el miedo, el juicio y la auto condenación. Así, este proceso puede seguir interminablemente!
Tapas Fleming, (acupunturita) en su libro "Puedes Curarte Ya"- dice que en el momento en que ocurre un trauma (físico, mental o emocional), podemos tener la sensación que la vida es insoportable y le decimos que NO a cualquier cosa que nos este pasando.- Algunas variaciones son- "Esto no puede estar pasándome a mi", o "porque a mi?", o "Esto es demasiado para que yo lo soporte", o "Si esto ocurre, no lo sobreviviré"- La implicación interna es -me encargare de esto mas tarde. Lo enfrentare cuando me sienta capaz o cuando no me sienta tan amenazado/a.
Generalmente, dejamos a un lado lo que no queremos enfrentar
ahora y la energía del dolor irresuelto se queda con nosotros.
Podemos tratar de distanciarnos de lo ocurrido pero la experiencia
actual con la CEN esta detenida e irresuelta en nuestro campo electromagnético.
Otro modo de responder es el de negar que el trauma sucedió.
"entre mi madre y yo todo esta bien, no hay ningún
problema", o "fue una pavada, cosa de chicos".
Sin embargo, cuanto mas tratamos de mantener la CEN encerrada en el
pasado más nos fragmentamos y mas tratamos de contactamos con
ella.
Cuantas más situaciones de dolor
o trauma se mantienen irresueltas en nosotros, mas limitaciones vamos
a encontrar en nuestras vidas. Las contracciones energéticas
sofocan y reducen la carga emocional positiva/CEP proveniente del
cuerpo de luz. Esto resulta en severa disfunción física
o emocional. La disparidad entre la CEP y el cuerpo del dolor es tal
que las actividades naturales se afectan profundamente. Piensa por
un momento en la cantidad de energía vital que lleva mantener
esas cargas guardadas en las células todo el tiempo! Imagina
por un momento como te sentirías trasformándola y haciéndola
disponible para simplemente vivir tu vida tal como se presenta, sintiéndote
en paz, libre y saludable!
Cuando transformamos la información guardada en la memoria
celular no borramos la memoria. Lo que se
transforma es la carga que no se proceso en el momento en que el trauma
o dolor ocurrió, dejando así que la energía vital
de las células sea utilizarla en la sanación y transformación
necesaria.
Desde muy jóvenes aprendimos a resistir nuestros sentimientos y emociones cosa que nos afecto en forma negativa emocional y físicamente. Lo hicimos porque no sabíamos lo que hacíamos y porque imitábamos a otros que creíamos que si sabían lo que hacían (nuestros padres, familiares, maestros, religiosos, programas de televisión, revistas, etc.) Cada vez que discriminamos un sentimiento estamos resistiendo su existencia. Así, tratamos de cambiarlo por algo que se parece mas a nuestro propia imagen de como las cosas deben de ser. Cuando resistimos nuestra vida en el presente y la existencia de los sentimientos presentes, no los podemos digerir y como consecuencia se quedan estancados energéticamente en nosotros esperando ser digeridos algún día.
El cuerpo del dolor es la acumulación
de sentimientos emocionales que fueron resistidos en el momento en
que sucedieron. No nos permitimos sentirlos allí, y en muchos
casos, ni siquiera hemos reconocido el hecho de que sucedieron. Quizás
nos propusimos hacerlo alguna vez en el futuro cuando se mejoraran
las condiciones en que nos encontrábamos y ese momento nunca
llego. En consecuencia, nunca fueron digeridos o procesados. Para
entenderlo con más claridad, obsérvalo como un proceso
similar al que sucede cuando tenemos una indigestión: la comida
se queda estancada y fermenta o pudre en el tracto digestivo, intoxicando
la sangre y así a todo el organismo. La expulsión de
esa materia toxica es necesaria para que la transformación
del estado suceda y la salud sea re-establecida.
El cuerpo del dolor es un campo energético interno que actúa
casi como una entidad separada que tiene su propio programación.
Este campo energético de creencias y decisiones que hicimos
respecto a nosotros mismos alguna vez en el pasado, controla nuestras
reacciones cuando "algo nos mueve" o "alguien nos aprieta
el botón" en el presente. A veces el evento que estimula
al cuerpo del dolor en nosotros es una pequeñez y los otros
no comprenden nuestra dramática y desproporcionada reacción.
Este proceso se retroalimenta a si mismo produciendo mas negatividad
en nuestros pensamientos, atrayendo así mas circunstancias
negativas a nuestras experiencias.
Debido a la falta de conciencia de nosotros mismos que habitualmente tenemos, no queremos tener nada que ver con el dolor. En realidad no sabemos como hacerlo. Todo lo que se nos enseño es a escapar de el y a pelear o acusar a otros cuando sucede. Ha habido hombres y mujeres en la historia de la humanidad que supieron como hacerlo. La crucifixión de Jesucristo fue uno de los tantos ejemplos de la transformación del dolor a través de aceptación total y profunda de lo que le sucedía. Después de perder todo lo que tiene valor en nuestra cultura, como popularidad, reconocimiento y lealtad, el fue apedreado, torturado, juzgado y crucificado como a un criminal más.
El cuerpo del dolor se puede transformar cuando la carga emocional estancada en el sistema es reconocida y sentida en toda su magnitud. En el entrenamiento del Proceso CMR- Cellular Memory Release, aprendemos a transformar al cuerpo del dolor, transformando la CEN creada por la resistencia y los sentimientos de separación, culpa, autocrítica negativa y la falta de perdón hacia nosotros mismos.