Esta es una creencia popularmente arraigada, que genera mucho sufrimiento y casi nunca nos damos cuenta de cómo funciona.
Cuando me dejo de últimas me estoy diciendo “No soy importante”, “No valgo”, “No merezco”, etc.
Pretendiendo complacer a los demás me abandono a mí mismo y en el fondo espero que algún día alguien haga por mí lo que yo no he hecho.
¿Si yo no me valoro porque he de esperar que otros me valoren?
Por supuesto que estas sutilezas nadie me las había enseñado.
Todos nadamos en la misma sopa de relaciones en la que
Buscamos que nos amen mientras nos olvidamos de nosotros mismos!
¿Cómo ha sido tu experiencia en este tema?
Para conocer más, haz clic aquí…
Por un nuevo paradigma en nuestras relaciones.
En consciencia y sanación
Luis Díaz
CMR Internacional
informacion@cellularmemory.org
cómo fue la cosa?? cómo llegué a cuestionarme mis valores? cómo llegué a olvidarme de mi?
miro atrás y veo a una chica con autoestima, feliz con ella misma, librepensante, meditadora, filosófica, alegre, confiada, despreocupada, espontánea, con ideas nuevas, con un cuerpo libre, emocionalmente abierta, sin miedo… eso sí, con demasiadas ganas de agradar a los demás, quizás por creerse el rechazo de los “normales” a las chicas “raras”… este rincón triste del pensamiento ya hace tiempo que empezó a limpiarse, nunca fue muy doloroso y no impidió la libertad, mis valores están en alza y soy escuchada y amada.. aunque…
volvemos a la “rescatadora”, en esos años equivocados en los que creí que podía ayudar a mi pareja desde todos estos valores, fue entonces cuando perdí algo, dejé de ocuparme de mi para conseguir esa meta que me había propuesto, salvar al otro… y ahí volví a sentir ese rechazo, ahora mismo lo veo, volvió el rincón triste en el pensamiento y buah! el ego se puso en marcha y la vida se apagó, no es el camino del amor… hoy, gracias a vuestra ayuda, me he dado cuenta, he soltado y aquí me tenéis, de vuelta a la chica feliz, la relación mejora cada día y de mi corazón salen palabras de amor y libertad… sea él quien es, sea yo quien soy, el proceso de cambio llegó y lo observamos con atención los dos, lo compartimos… los dos cometimos el mismo error… el proceso de reencuentro con uno mismo que nunca dejó de ser, uno mismo y el universo… volvió el silencio, volvió el amor, sin ti, también soy feliz, y esa chica feliz es la que enamora a su chico… ironías de la felicidad!
(ya os dije al principio que iba a entrar en vuestras clases de pleno, aprovechando la oportunidad de sanar desde mi rincón favorito… confío haber hecho correcto el proceso, así lo siento, mi cuerpo está tranquilo, la mente y el corazón, alborotados con tantas emociones…namasté)